LAS VENTAJAS DEL SISTEMA PARLAMENTARIO

A estas alturas de la civilización, resulta totalmente inaceptable el protagonismo cuasi monárquico del Poder Ejecutivo en Argentina.
Gran parte de esta problemática podría ser superada mediante el cambio de nuestro sistema "Presidencialista" por uno de tipo "Parlamentario", que es el sistema vigente en la mayoría de los países mas adelantados, democráticos, y estables del mundo.
EE.UU. de Norteamérica es el único país desarrollado que mantiene un sistema Presidencialista, aunque mucho mas moderado que el Argentino.
La República Francesa, luego de mantener mucho tiempo un sistema Parlamentario, actualmente ha cambiado por un sistema "Semi-Parlamentario" o "Semi-Presidencialista", también mas moderado que el argentino, y prácticamente acá termina la lista, si hablamos de países con trayectoria democrática.
La mayoría de los países mas desarrollados, política, social y económicamente, se manejan con sistemas Parlamentarios, como la mayoría de los países de Europa, Australia, Canadá, y otros.
La gran ventaja de estos sistemas, es que el máximo poder del Estado reside en el Congreso o Parlamento, donde están presentes todas las expresiones políticas de la nación, obviamente en forma proporcional.
En tanto, el poder Ejecutivo está en gran parte subordinado al Parlamento, que tiene la facultad de reemplazarlo ante situaciones de crisis, disolviendo el gobierno y llamando a elecciones anticipadas, o reformulando el Ejecutivo, mediante un nuevo juego de alianzas parlamentarias.
De esta manera, las crisis políticas encuentran solución dentro del mismo sistema, sin alterar el funcionamiento del resto de la sociedad.
Esto se llama convivencia democrática, en países serios y estables, algo que por el momento está lejos de nuestras posibilidades, aunque nunca hay que perder las esperanzas, pero además de desearlo, hay que trabajar para lograr estos cambios, divulgando las ventajas del Parlamentarismo y creando un movimiento de opinión tendiente a lograr estas reformas en nuestro sistema político-institucional.
Si queremos una país mejor, este cambio es uno de los mejores caminos.