CIUDADANOS ACTIVOS y DEMOCRACIA PARTICIPATIVA
Quienes suponen que un líder "carismático" y/o un "nuevo" partido político puede garantizar por si solos un país mejor, se equivoca muy feo. Cualquier persona puede fallar, o con el tiempo cambiar su postura, en un sentido distinto u directamente opuesto al declarado originalmente.
La derecha, la izquierda, el centro, el liberalismo, el socialismo, etc., son todas posturas teóricas, que pueden ser total o parcialmente desvirtuadas en la práctica concreta.
Los ejemplos sobran, en nuestro país y en el mundo, por lo tanto, el mejor remedio para estos problemas, es la participación activa y vigilante de toda la ciudadanía, en defensa de sus intereses, algo que nadie hará mejor que los propios ciudadanos.
Esto es lo que llamamos “Ciudadanos Activos”, que pueden ser independientes, o adherir a algún partido político. Ambas posturas son válidas, siempre que se ejerciten desde un punto de vista crítico y no dogmático, anteponiendo los conceptos de Democracia, Libertad, República y Bien Común, a cualquier otro interés político o ideológico.
Obviamente los ciudadanos activos pueden actuar de manera individual, pero su accionar será mucho mas efectivo si se agrupan en organizaciones intermedias no gubernamentales de distintos tipos, en consonancia con los fines perseguidos. Asimismo, deben disponer de mecanismos institucionales que les permita participar en las decisiones políticas, sin los cuales todos los esfuerzos acabarán diluidos o transformados en "puebladas" con finales inciertos.
Esto es lo que se llama "Democracia Participativa", que puede ser "Directa" o "Semidirecta". Este es un tema bastante extenso, así que lo trataremos en otro capítulo, de manera detallada y con ejemplos de su aplicación concreta en diversos países.
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